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Acerca de nosotros

22 de agosto, 2018

Estimados hermanos y hermanas en Cristo:

Las palabras pierden su sentido cuando se trata de responder a las horrendas revelaciones de las últimas dos semanas. El reporte del gran jurado en Pennsylvania acerca del abuso criminal a menores por sacerdotes y la forma en la cual los líderes de la iglesia, incluyendo obispos, buscan cubrir estos actos, desgarrando la herida con la que hemos lidiado por décadas. Cuando las asociamos con las historias acerca del ex Cardenal McCarrick, es difícil no sentir una furia profunda, disgusto y frustración. ¡Qué alejado está esto del mandamiento del Señor a sus discípulos de ‘cuidar de [sus] ovejas’! Estos eventos quebrantan nuestra habilidad de confiar en la Iglesia.

Nuestra primera preocupación siempre deberá ser por las víctimas de abuso. Debemos comenzar a mantenerlos en oración, pidiendo a Dios que los sane. Frecuentemente, han sido abusados dos veces, primero por un sacerdote o religioso, luego nuevamente por una estructura que falló en escucharlos.

Nuestra comunidad de fe también se pone de pie por la necesidad de sanación y recuperación de la confianza que ha sido tan afectada. Desde el 2002, la Sociedad de Jesús ha trabajado para reconstruir la confianza para prevenir el abuso y para responder rápidamente a cualquier alegato de abuso contra menores. La Provincia Central y Sureña ha adoptado una política de cero tolerancia, cumpliendo completa e inmediatamente con todos los requerimientos legales. El bien de cualquier persona que haya sido abusada es siempre nuestra preocupación prioritaria. Todas nuestras políticas y protocolos con respecto a los casos de abuso se revisan por nuestros expertos laicos externos para asegurar que cumplan con los estándares de ‘mejor práctica’, especialmente el Capítulo para la Protección de Personas Jóvenes.

A ningún jesuita que haya sido acusado de forma creíble se le permite permanecer en el ministerio. Una junta de revisión de laicos y miembros jesuitas con experiencia en ley, psicología, pediatría y trabajo social me aconseja en tales asuntos. Hemos aprendido que, en estos casos, necesitamos responder de inmediato.

Sin embargo, no podemos enfocarnos simplemente en los casos a medida que surgen. La Sociedad de Jesús de los Estados Unidos tiene un programa anual de educación profesional para todos sus miembros acerca de crear un ambiente seguro para los menores y personas vulnerables y asegurar que estén en funcionamiento protecciones básicas contra el abuso. Los candidatos para admisión son evaluados rigurosamente. Nuestro objetivo es tener un programa de prevención lo más sólido posible.

Todavía necesitamos más. Nos unimos al Cardenal Daniel DiNardo para pedir un revisión rigurosa de todos los asuntos relacionados con la responsabilidad de obispos y otros líderes en la Iglesia, un proceso que deberá incluir a profesionales laicos y deberá ser completamente transparente. El Ministerio Pastoral requiere confianza, un don que para muchos está ahora hecho trizas. Nosotros los Jesuitas también necesitamos responder a los males revelados durante estas últimas semanas. La Provincia, sus comunidades y apostolados deberán seguir el llamado del Papa Francisco para la oración y penitencia, oración para la sanación de las víctimas y la Iglesia, penitencia para cultivar en nosotros un espíritu de solidaridad con los más vulnerables en nuestro medio. Propondré pronto formas concretas para tomar medidas acerca del llamado del Santo Padre.

Antes de concluir, sin embargo, pido a cualquiera que haya experimentado abuso en las manos de un Jesuita que contacte a la Provincia. Por favor contacte a la Sra. Carol Brescia, nuestra Coordinadora de Apoyo Pastoral y Difusión al (314) 361-7765 o UCSOutreach@jesuits.org.

En estos momentos de oscuridad, oremos por la sanación de aquellos que han experimentado abuso. Pidamos también que nosotros en la Iglesia acatemos al llamado del Papa para la contrición e incluso más por un cambio en el corazón que nos coloque siempre en la solidaridad con los hijos de Dios.

Cordiales saludos en el Señor,

Ronald A. Mercier, SJ
Provincial

Vea La declaración subsecuente de Fr. Mercier, fechada el 28 de agosto, 2018.