El Noviciado

«Quédate en casa…
Si la idea de hacerte jesuita te inquieta o te pone nervioso.
No vengas a nosotros si amas a la Iglesia como a una madrastra en vez de madre.
No vengas si piensas que al hacerlo harás un favor a la Compañía de Jesús.
Venid…
Si servir a Cristo es el centro de tu vida.
Ven si tienes hombros anchos y suficientemente fuertes.
Ven si tienes un espíritu abierto, una mente razonablemente abierta y un corazón más grande que el mundo.
Ven si sabes contar un chiste y puedes reírte con los demás y…
en ocasiones, puedes reírte de ti mismo».

P. Pedro Arrupe, SJ, Superior General [1965-1983]

El Noviciado

a candle burns at the novitiate

«Escuela del corazón», como lo llamaba San Ignacio, el noviciado es un tiempo de discernimiento y formación del corazón para liberar al hombre a ser generoso y agradecido en todas las cosas. Hace casi 500 años, San Ignacio expuso un método para formar el corazón de modo que un jesuita pueda ser libre para amar como Dios le creó para amar: generosa, valiente, intencionadamente.

Como hombres de Iglesia al servicio de la Iglesia, cada jesuita pasa dos años inmerso en la oración, el servicio, el estudio y la vida comunitaria para discernir si este modo único de seguir a Cristo es la verdadera llamada de Dios para él.

Oración

Ven a encontrar a Jesús como compañero – hablando, pensando y trabajando de corazón a corazón, como un amigo a un amigo. A través de la Contemplación Ignaciana, el Examen y la vida devocional de la Iglesia, el novicio encuentra a Cristo como amigo.

Servicio

Ven a encontrar a Cristo en los rostros del mundo. Así como el encuentro con Jesús en tu oración es central en el noviciado, también lo es el encuentro con Jesús en los rostros, las luchas y el sufrimiento del mundo de hoy. El servicio no es un trabajo, sino una misión, y el fruto de nuestra vocación se manifiesta en la alegría.

Estudiar

Ven a conocer nuestro carisma, nuestro «modo de proceder». El noviciado es un tiempo para conocer a nuestros fundadores, nuestra historia, nuestra misión contemporánea hoy, nuestra manera de discernir lo que significa «trabajar bajo el estandarte de Cristo.»

A través de clases y seminarios, extensas lecturas y amplio tiempo para reflexionar sobre las experiencias de poner en práctica los grandes deseos, el novicio se fundamenta en profundidad.

Vida comunitaria

Ven a vivir tu vocación como colaborador – viviendo y trabajando junto a otros que comparten esta llamada. Ser compañero de Jesús significa vivir en comunidad con otros jesuitas; significa discernir junto con la Iglesia, la Compañía de Jesús y los no jesuitas; significa dar tu vida como colaborador con jesuitas y laicos en la misión de Cristo.

La vida en los votos

Pobreza, castidad y obediencia – los votos profesados ante el Santísimo Sacramento al final de este camino de dos años.

Ven si deseas unirte a Jesús para revelar el reino de Dios de misericordia, justicia y amor.

«Hoy el mundo no necesita palabras, sino vidas que no pueden explicarse sino a través de la fe y el amor a los pobres de Cristo».