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Convertirse en jesuita​

El hermano John Fava, SJ,  dice “Si necesitan yo los llevo”, hablando de los Jesuitas retirados que piden su ayuda para llegar a diferentes lugares de la comunidad de Jesuit HallI en Saint Louis University.

Vivir su ministerio desde el asiento del carro podría parecer muy diferente que desde adentro de la capilla, pero los ministerios del Hno. Fava son un poco fuera de lo ordinario. No solo ayuda a apoyar a Jesuitas mayores, también pasó décadas conduciendo a oficiales de policía en San Louis y Denver.

Durante su tiempo en Regis Jesuit, cuando los estudiantes tomaban un mini curso de dos semanas la Academia de Policías, invitaron al Hno. Fava a conducir con ellos por primera vez. Lo disfrutó tanto que continuó como voluntario conductor por nueve años, inclusive antes de que hubiera una posición de capellanía disponible. Cuando se abrió una posición, aplicó y sirvió por 13 años como capellán de la policía en Denver. Cuando se regresó a Saint Louis, inmediatamente buscó continuar este ministerio.

Como voluntario capellán de policía, el Hno. Fava acompaña a oficiales tan frecuentemente como puede. De esa forma él conoce a los oficiales que sirven en la ciudad y ellos lo conocen a él. Su ministerio es un verdadero ministerio de presencia. Ha servido como Capellán de la ciudad de San Louis por 15 años; hace dos años, comenzó a servir como capellán del departamento de Seguridad Pública en St. Louis University.

“Considero esto un gran honor”, Nos dice el Hno. Fava de su capellanía, especialmente haciendo bendiciones para ceremonias del departamento como la vigilia anual a luz de velas y los memoriales de los oficiales que han muerto en la línea del deber en Missouri. De esta forma ha ofrecido invocaciones por casi una década.

El Hno. Fava intenta conocer a oficiales sin importar en donde se encuentren en su vida espiritual, aunque nunca Forza su religión o sus creencias entre ellos. Como alguien nacido en San Louis nos dice “Nunca saco algún tema que no sea el del equipo de Base Ball, los Cardenales!”

Él lleva un ministerio de presencia y también en otros ambientes: en la estación de policía, con oraciones y anim[ando a los oficiales antes de algún envío, aunque también con bodas y funerales. Su ministerio encarna el impulso ignaciano se ser todo para todos, porque “nunca sabes cuándo algo sucederá y tienes que estar listo para cualquier cosa.”

El Hno. Fava siente gratitud por la flexibilidad que esta hermandad le da, lo que le permite estar disponible para una conversación, una oración o para llevar a alguien a algún lugar, en casi cualquier momento: “Por eso lo hago”.

Él buscó a la Compañía de Jesús, atraído, inicialmente, por el deseo de enseñar y ser sacerdote. Durante su magisterio, se sintió llamado a ser hermano. En sus 20 años como maestro de Español en la preparatoria jesuita Regis High School en Denver, sintió un deseo profundo de responder a las necesidades de amigos y familia, pidiéndole que celebrara bodas, funerales y bautismos. En respuesta a este llamado también se ordenó como diácono permanente.

El. Hno. Fava está consciente de las “oportunidades ilimitadas para los Hermanos”. Recordando a sus modelos en sus variados ministerios, el Hno. Fava dice, “Los Hermanos pueden hacer cualquier cosa y todas las cosas. No están limitados a ser un hermano”. Para cualquier Jesuita joven discerniendo ser hermano, dice, “Anímate!”

Viviendo su vocación desde su tierra natal, el Hno. Fava afirma humildemente, “Esta es mi forma de servir a Dios, la Iglesia, la Compañía; esto es lo que Dios me llamó a hacer y me siento bendecido de servir”.