15 de marzo de 2021.- En una sociedad histórica por la búsqueda de justicia y sanación racial, los descendientes de antepasados esclavizados y vendidos por los jesuitas y los Jesuitas de los Estados Unidos anunciaron su asociación para crear la Descendants Truth & Reconciliation Foundation [Fundación Descendientes por la Verdad y la Reconciliación].
La Fundación — integrada por la Asociación de Descendientes GU272 y los jesuitas — es una sociedad única en su género entre los descendientes de esclavizados y los descendientes de los esclavizadores. Esta asociación histórica es apoyada por la empresa JPMorgan Chase.
«Desde nuestros inicios, la Asociación de Descendientes GU272 ha optado por identificar y reconstruir a las familias de nuestros antepasados que fueron separadas y, a menudo, destruidas por la brutal institución de la esclavitud, y crear un mecanismo que invierta en la sostenibilidad de Descendientes para las próximas generaciones», dijo Cheryllyn Branche, presidenta de la Asociación de Descendientes GU272. «A través de la Fundación Descendientes por la Verdad y la Reconciliación restauraremos el honor y la dignidad de nuestros antepasados institucionalizando estos objetivos para nuestros hijos, los hijos de nuestros hijos y los Descendientes en los siglos venideros».
La misión de la Fundación es apoyar las aspiraciones educativas de Descendientes para las generaciones futuras y desempeñar un papel destacado en la participación, promoción y apoyo de programas y actividades que resaltan la verdad, activan la sanación racial y la reconciliación, y promueven la justicia racial y la igualdad en los Estados Unidos.
Sin embargo, la misión de la Fundación va más allá de la reconciliación con los acontecimientos de ese momento de la historia. La Fundación tiene como objetivo desarrollar una comprensión completa y una reconciliación con las numerosas instituciones de educación superior y otras entidades que se beneficiaron de la esclavitud. Cuando los miembros de la Fundación se dieron cuenta de su historia en el 2016, optaron por no buscar acuerdos individuales en efectivo, sino más bien una inversión sustancial y sostenible para mejorar el bienestar de los Descendientes para las generaciones futuras.
“Durante más de 400 años nuestro país ha negado la destrucción humana persistente causada por la esclavitud y el racismo consciente e inconsciente que divide a nuestras comunidades y nuestra nación”, dijo Joseph Stewart, presidente interino de la Fundación Descendientes por la Verdad y la Reconciliación y uno de los más de 1,000 Descendientes de Isaac Hawkins, un hombre esclavizado que, junto con otros 271 hombres, mujeres y niños en la misma condición, fue vendido para salvar a la Universidad de Georgetown de la ruina financiera.
“Después de 182 años, Descendientes y los jesuitas se han unido con el espíritu de la verdad, la sanación racial y la reconciliación, posicionando de manera única a la Fundación Descendientes por la Verdad y la Reconciliación para dar ejemplo y guiar a los Estados Unidos mediante el desmantelamiento de los restos de la esclavitud y la mitigación de la presencia del racismo. Nuestra asociación perseguirá y apoyará la creación de una nueva y duradera realidad de amor y justicia para todos los miembros de nuestra única humanidad».
“El legado perdurable de la esclavitud de los jesuitas nos llama a asumir la responsabilidad de ayudar a crear un nuevo futuro junto con los descendientes y las comunidades de descendientes”, dijo el P. Provincial Thomas P. Greene, SJ. «Nuestra historia nos une a las personas cuyo trabajo forzado ayudó a construir nuestros primeros apostolados. Rogamos porque la Fundación Descendientes por la Verdad y la Reconciliación cree un camino hacia la sanación y la reconciliación, no sólo para los descendientes de las personas esclavizadas por los jesuitas, sino para nuestro país».
La Fundación tiene sus raíces en los eventos de 1838, cuando 272 hombres, mujeres y niños esclavizados por los dueños jesuitas de la Universidad de Georgetown fueron vendidos a propietarios de plantaciones en Louisiana. “Nuestra vergonzosa historia de la esclavitud cometida por los jesuitas en los Estados Unidos ha sido sacada del polvoriento estante y nunca podrá ser devuelta”, dijo el P. Tim Kesicki, SJ, Presidente de la Conferencia Jesuita de Canadá y Estados Unidos.
“El racismo perdurará en Estados Unidos si seguimos apartando la cabeza de la verdad del pasado y de cómo nos afecta a todos hoy. Los efectos duraderos de la esclavitud nos llaman a cada uno de nosotros a trabajar por la verdad y la reconciliación. Sin esta alianza de corazones y manos en verdadera unidad, el ciclo de odio y desigualdad en Estados Unidos nunca terminará».
El Citizens Bank of New Orleans, adquirido posteriormente por JPMorgan Chase, utilizó a las 272 personas esclavizadas como garantía. Para apoyar sus objetivos, la Fundación ha creado un fideicomiso en el que JPMorgan Chase actuará como co-fideicomisario y apoyará con la planificación y asesoramiento, así como con otros servicios. «La institución de la esclavitud y el racismo sistémico son partes trágicas de la historia de Estados Unidos, y tenemos la responsabilidad de impulsar un cambio sostenible para las personas y comunidades que se han visto afectadas por este amargo legado», dijo Brian Lamb, Director Global de Diversidad e Inclusión en JPMorgan Chase. «Estamos orgullosos de apoyar a los descendientes y a los jesuitas en su búsqueda de soluciones a través de la verdad, la sanación racial y la transformación para ayudar a desmantelar el legado de la esclavitud y construir una sociedad más equitativa tanto ahora como para las generaciones venideras».
“Esta inversión abre las puertas a la posibilidad de ayudar a sanar la herida duradera del racismo en nuestro país”, dijo el P. Greene. “Nuestra contribución financiera se produce tras años de debates, consultas y oraciones; estamos convencidos de que es lo correcto».
Esta nueva fundación es distinta del Proyecto Esclavitud, Historia, Memoria y Reconciliación (SHMR, por sus siglas en inglés) establecido por esta provincia y la Universidad de San Luis en el 2016. Desde el 2019, la iniciativa cuenta con el apoyo de la Conferencia Jesuita de Canadá y Estados Unidos.
El SHMR es una parte de la respuesta de la Compañía de Jesús a su participación en el pecado de la esclavitud. El proyecto comenzó con la investigación de las vidas de las personas sometidas a la esclavitud por los jesuitas. Este proceso continuo ha permitido al SHMR rastrear los linajes familiares y conectar a los descendientes. Al trabajar en colaboración con las comunidades de descendientes, los jesuitas esperan seguir un camino de reconciliación y abordar el racismo en nuestras escuelas, parroquias y comunidades.
Formando relaciones para llegar a este momento
El anuncio de la fundación se produce después de varios años de un intenso proceso de diálogo entre los líderes de los descendientes, los provinciales jesuitas y los representantes de Georgetown. En mayo de 2017, aproximadamente un año después de conocer su conexión con este trágico pasado, los líderes de los Descendientes solicitaron una respuesta al P. Arturo Sosa, SJ, el Superior General de los Jesuitas. El P. Kesicki había pedido perdón públicamente por la esclavitud de los jesuitas en una Liturgia de Memoria, Contrición y Esperanza en la Universidad de Georgetown. El P. Sosa respondió a la carta de los Descendientes escribiendo: «La esclavitud jesuita en los Estados Unidos y, en particular, la venta de 272 personas esclavizadas por los jesuitas en el sur de Maryland a compradores en Luisiana, fue tanto un pecado como una traición porque la Compañía robó a vuestros antepasados su dignidad humana».
El P. Sosa llamó entonces a los provinciales de Estados Unidos para dialogar con los Descendientes bajo la estructura de la Conferencia Jesuita. En el verano de 2018, poco después de recibir la carta del Superior General, el Sr. Stewart llamó al P. Kesicki y ambos se reunieron en persona en la casa del Sr. Stewart en Michigan.
Este primer encuentro, que se ha convertido en una relación sólida y vinculante, abrió la puerta a una forma franca, honesta y constructiva de restauración de la dignidad humana que la Compañía había robado a los antepasados de los Descendientes. Un año después de su primer encuentro, se reunieron los líderes de los Descendientes, los provinciales jesuitas y los representantes de la Universidad de Georgetown en un proceso de diálogo formal patrocinado por la Fundación W.K. Kellogg. Esta fundación es mundialmente conocida por su compromiso con la verdad, la sanación racial y la transformación. El restablecimiento de la dignidad humana requerirá el compromiso total de todos los que participen en el proceso de diálogo.
En 2020, los dirigentes de la Asociación de Descendientes se reunieron con el padre Sosa cuando este visitó los Estados Unidos. Este histórico encuentro consolidó esta asociación Descendiente-Jesuita para el futuro.
Lo que surgió de este proceso es una asociación de por vida y un compromiso compartido de transformación y conversión. La visión comienza hoy un nuevo capítulo con el anuncio de la Fundación Descendientes por la Verdad y la Reconciliación.