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Historias

Por Jerry Duggan

Dr. H. Eric Clark
Dr. H. Eric Clark

El Dr. H. Eric Clark siempre ha sido un defensor de los desamparados. Por ejemplo, le da limosna a una persona en la esquina o anima a los que van perdiendo en un evento deportivo. Al Dr. Clark le encanta respaldar a los necesitados.

Clark creció en el norte de St. Louis con su madre divorciada quien lo hizo estudiar en la escuela secundaria de la Universidad de St. Louis (SLHU, por sus siglas en inglés). En su segundo año, un donante anónimo cubrió los gastos de Clark por el resto de su formación en SLHU. Desde ese día, su madre, increíblemente agradecida por la donación que luego descubrió que era de su supervisor laboral, le dijo a su hijo que debería hacer «todo lo que SLHU le pidiera».

«Todavía estoy haciendo lo que me pidieron», dijo Clark con una sonrisa.

Después de graduarse de la Universidad de Missouri-St. Louis con un título en psicología, Clark trabajó para la Junta de Comisionados Electorales de la ciudad de St. Louis. En su tiempo libre colaboraba con su alma mater en varios comités. Juntos crearon un plan de acción para minorías con el fin atraer y retener a estudiantes y personal de color con talento.

Uno de los frutos de la labor de ese comité fue la creación de un puesto de «director de diversidad». Para ese entonces, Clark también había obtenido una maestría en psicología y no estaba contento con su trabajo. Sentía que necesitaba hacer algo más gratificante. Se postuló para el puesto de director de diversidad en SLUH y fue contratado en 1992. En las casi tres décadas transcurridas, Clark ha trabajado en el liderazgo educativo jesuita y ha logrado éxito profesional como también satisfacción personal.

Desde 1992 hasta 1995, Clark trabajó como director de diversidad, fue moderador del consejo estudiantil, creó el programa de becas de trabajo de la escuela y enseñó psicología general.

Dr. Clark with SLUH students.
El Dr. Clark con sus estudiantes de SLUH.

En 1995, Clark fue nombrado vicedirector y ejerció como decano de estudiantes, a la vez que obtuvo una maestría en educación en la Universidad de Saint Louis. En este puesto, Clark continuó siendo un defensor de los desamparados.

«Me esforcé mucho para asegurarme de que no hubiera acoso escolar», dijo. «Mi trabajo consistía en defender a los desamparados, a los marginados, pero también a los estudiantes de color que era los desamparados por derecho propio».

Durante el transcurso de su labor como vicedirector, el presidente de SLUH de ese entonces P. Paul Sheridan, SJ, le avisó a Clark de la existencia de puestos administrativos en Loyola Academy, una escuela primaria en el norte de St. Louis destinada a ayudar a jóvenes principalmente afroamericanos y económicamente desfavorecidos, pero académicamente dotados a alcanzar su máximo potencial. Al principio, Clark no estaba interesado.

«Estaba feliz en SLUH, de hecho, estaba tan feliz allí que supuse que me jubilaría ahí si me dejaban quedarme tanto tiempo», dijo. «Le pregunté al P. Sheridan por qué insistió en que considerara esta oportunidad en Loyola varias veces. Me preguntaba si había hecho algo que le había molestado», dijo.

El padre Sheridan explicó que, aunque Clark era un tesoro valioso para la comunidad de SLUH, los educadores jesuitas están llamados a esforzarse y no conformarse. La opinión del P. Sheridan era que Loyola Academy necesitaba una voz como la de Clark mucho más que SLUH. Después de mucho discernimiento, Clark siguió el consejo del P. Sheridan y dejó SLUH en 2008, después de más de quince años de servicio.

En los últimos doce años, Clark ha estado en Loyola Academy. Trabajó durante poco tiempo como director y luego como presidente y director. Actualmente es el presidente de la escuela. Durante este tiempo, también completó su doctorado en liderazgo educativo en la Universidad de St. Louis (SLU, por sus siglas en inglés).

A pesar de que hace mucho trabajo administrativo y realiza recaudación de fondos, Clark también es un ejemplo y fuente de inspiración para sus alumnos.

Dr. Clark teaches students how to tie a tie.
El Dr. Clark le enseña a un grupo de alumnos de Loyola Academy a anudar una corbata.

«Nuestros estudiantes son jóvenes talentosos con el potencial de ser grandes líderes en su comunidad, pero debido a circunstancias socioeconómicas, están desamparados», explicó Clark.

Establece un nivel alto para los estudiantes y les hace saber que tienen todo lo que necesitan para prosperar.

«A pesar de sus circunstancias, tengo grandes expectativas para estos jóvenes», dijo. «La gente cuenta con ellos para superar la adversidad y la gente cuenta con nuestra escuela para ayudar a transformarlos de trozos de arcilla a hermosos jarrones, y de trozos de carbón a diamantes preciosos».

Según Clark, una escuela como Loyola es la representación de lo que es la educación jesuita.

«Jesús caminó entre los marginados y ese es nuestro llamado en la educación jesuita», dijo. «Loyola Academy está cumpliendo ese llamado y tengo el honor de ser parte de eso, y al mismo tiempo aliento a los desamparados en cada paso del camino. Recibo a estos jóvenes en su forma más básica y los convierto en piedras preciosas, en líderes verdaderos en su comunidad y en el mundo».