El 12 de mayo de 2020 – El Jesuita Destacado distingue a aquellos hombres y mujeres dedicados al servicio de Dios, ya sean sacerdotes o hermanos de la Compañía de Jesús, o bien ministros laicos, profesores o directivos de las misiones jesuitas.
Dr. Sajit Kabadi
Lugar: Regis Jesuit High School en Denver
Puesto: Asistente del director de Misión, Ministerio & Diversidad; profesor de teología
Ciudad natal: Bronx, Nueva Yorkv
Educación: Brophy College Prep, escuela jesuita en Phoenix; Universidad de Saint Louis, 1996, licenciatura en psicología con especialización en teología; Universidad de Loyola en Chicago, 2000, maestría en educación religiosa; Universidad de Denver, maestría en comunicación intercultural/internacional; Universidad de Colorado en Denver, 2014, doctorado en liderazgo e innovación educativa
Familia: esposa, Heidi; hijos, Mary (Meera), Teresa (Tara), Ella (Leela)
¿Cuándo empezó la influencia jesuita en su vida?
La influencia jesuita probablemente me precede. Mi abuelo y mi bisabuelo trabajaban en una institución jesuita en Mumbai, India – Xavier College. Eran hindúes, lo que revela mucho de la influencia jesuita en mi vida, al menos en el aspecto hindú de mi familia por parte de mi padre. Mi mamá es católica y mi papá es católico converso. De niño, fui a escuelas católicas y cuando nos mudamos de Des Moines a Phoenix en 1988 antes de mi primer año en la escuela, mi papá fue quien notó que una de las escuelas católicas (Brophy College Prep) era jesuita. Él dijo, «Tienes que echarles un vistazo a los jesuitas». Y así fue cómo comenzó todo.
¿Cómo creció esa influencia?
A partir de ese momento, prácticamente tuve una educación jesuita. Asistí a la Universidad de Saint Louis y allí me formé como jesuita. A esa edad tienes muchas preguntas sobre la fe, el significado de la vida y demás. Los jesuitas son muy accesibles allí, así que pude hacer esas preguntas y tener conversaciones que me inspiraron a especializarme en teología. Después de graduarme, un par de jesuitas me informaron sobre el Cuerpo de Servicio de Exalumnos. Me intrigaba trabajar en una escuela secundaria jesuita y contribuir a su causa. Me postulé justo después de mi graduación en 1996, pero luego me arrepentí y me tomé un año libre, y terminé trabajando ese año en St. Louis. Pero los jesuitas no se dieron por vencidos y dejaron sus puertas abiertas. Así que, cuando regresé a hablar con los padres jesuitas Frank Reale y Chris Pinné unos meses después del comienzo del otoño de 1996 para decirle que había cometido un error, básicamente sacaron mi expediente y dijeron «está bien, hablemos sobre el próximo año». Ingresé al Cuerpo de Servicios de Exalumnos al año siguiente en SLUH y fue un año increíble, uno de los años más enriquecedores de mi vida.
Dr. Kabadi enseñó durante el año escolar 1997-98 en la escuela secundaria de la Universidad de St. Luis junto a dos voluntarios más. Formaron una «relación muy estrecha» con la comunidad jesuita, incluido los padres jesuitas Paul Sheridan, Jim Knapp, Bart Geger y Ralph Houlihan. El Dr. Eric Clark, Rob Garavaglia y el director Bob Bannister también influyeron en su formación, especialmente Bannister – tanto en su educación de posgrado como en su mudanza a Denver y Regis Jesuit.
¿Cómo fue la influencia de Bannister?
Bob Bannister me motivó a hacer mi maestría en la Universidad de Loyola de Chicago. No quería dejar la escuela SLU. Realmente quería quedarme y trabajar allí, pero él me dio el último empujón y me dijo: «Estaremos aquí». Después de obtener mi maestría dos años más tarde, me comentó que había una posición disponible en la escuela SLU, pero yo tenía el presentimiento de que también podría haber algo en la escuela Regis Jesuit. Como es él, Bob le pidió al P. Jim Knapp que llamara a Regis Jesuit el día de mi entrevista para hablar con el P. Jim Burshek, catedrático de teología en ese momento, para ver si yo podría tener una entrevista allí también. Hice todo el proceso en Regis Jesuit y luego se me presentó un dilema, volver a St. Louis o ir a Denver. Decirle que «no» a Bob Bannister fue una conversación difícil. Me sentí mal, pero él entendió. Me dijo: «Ve a Denver. Nosotros estaremos aquí, por supuesto, pero parece que necesitas ir a Denver y ver qué hay allí para ti». ¡Así lo hice y todavía estoy aquí! La manera en que me trató y me ayudó refleja los valores jesuitas de discernimiento, indiferencia espiritual y elección, y así sucesivamente. Eso dejó una huella muy profunda en mí».
Dr. Kabadi describe su mudanza allí como una «bendición». Ha vivido casi veinte años en Denver, con un período de quince años en Regis Jesuit y otro de cinco años en la Universidad de Regis donde trabajó como coordinador de diversidad para la Oficina del Rector y Asuntos Académicos. En Regis Jesuit, enseñó teología, fue director de diversidad, entrenó al equipo de baloncesto y fue director del departamento de teología. Durante su tiempo en la Universidad de Regis, también formó parte del Consejo Directivo. Además de casarse y formar una familia, también decidió realizar otra maestría en la Universidad de Denver, y luego un doctorado en la Universidad de Colorado en Denver. En los últimos dos años, se ha desempeñado como asistente del director de Misión, Ministerio y Diversidad de Regis Jesuit.
Cuéntenos sobre su nuevo puesto
El Consejo Directivo y el presidente de Regis Jesuit querían que la diversidad fuera una parte integral de la misión jesuita católica, donde todos los elementos de la misión se entremezclaran con los elementos de la diversidad, inclusión y equidad; los que son temas de justicia social. Uno de los desafíos de la diversidad es tratar de equilibrar la tensión de ser claramente quienes somos y a la vez ser inclusivos. Esas son tensiones saludables y creo que los jesuitas lo han hecho muy bien a lo largo de su historia y siguen haciéndolo tan bien como nadie. Yo diría que soy parte de la escuela secundaria Regis Jesuit porque es una parte integral de la misión de los jesuitas. También es intrínsecamente católica. Creo que los jesuitas representan el ecumenismo y la Iglesia universal, y su historia lo ejemplifica. Creo que lo que me atrae de los jesuitas y su misión es la habilidad y el coraje de estar a la vanguardia y en esos puntos de tensión con un espíritu de libertad, aventura, esperanza y fe absoluta.