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Historias

Por Jerry Duggan

Julia Vargas
Julia Vargas

Cuando Julia Vargas fue entrevistada para el cargo de directora de Aprendizaje a través del Servicio en la Universidad de Rockhurst en el 2008, no estaba muy familiarizada con la educación jesuita.

Aún así, había hecho algunas investigaciones. Así,  descubrió un compromiso con la justicia, el énfasis en la fe y el deseo de trabajar con los marginados.

Todas esas cosas, le dijo al P. Kevin Cullen, SJ, quien fue una de las varias personas que la entrevistaron, coincidían con sus valores personales. Los entrevistadores se convencieron y hoy Vargas todavía sigue dirigiendo el Programa de Aprendizaje a través del Servicio.

Vargas pasó sus primeros dieciséis años en Carolina del Norte, donde su padre era pastor bautista, principalmente para las comunidades de habla hispana. Ella admiraba el enfoque de su padre de unidad sobre división, y de comunidad sobre aislamiento.

«Mi padre tocaba el acordeón, y cualquiera podía cantar con él», dijo. «Los hispanos, los criollos franceses y los angloparlantes se unían a su música. Me ayudó a ver la inmensidad y diversidad de nuestro mundo, pero también su pequeñez y similitud al mismo tiempo».

Esa es la actitud que Vargas busca cultivar en la comunidad de Rockhurst: Las oportunidades para servir y aprender de los demás están a nuestro alrededor si las buscamos.

Finalmente, la familia de Vargas se mudó a Missouri y ella se dirigió a William Jewell College, en ese entonces una institución basada en la fe en las afuera de Kansas City.

Vargas llegó al campus insegura de su camino en la vida y deseaba desarrollar una vida de fe propia. Gracias a estas experiencias, Vargas se relaciona fácilmente con los estudiantes de Rockhurst, quienes llegan al campus con sentimientos similares.

«La universidad es algo muy difícil, profesionalmente y en cuanto a la fe», dijo. «Me puedo relacionar con los sentimientos que tienen los estudiantes porque yo misma los tuve».

Después de graduarse en psicología, Vargas todavía estaba indecisa sobre su carrera, pero sabía que quería ayudar a otros.

Trabajó con organizaciones sin fines de lucro durante más de una década antes de entrar en el ámbito de la educación superior. La entrevista con el P. Cullen comenzó lo que se ha convertido hoy en su trabajo ideal, ya que combina su pasión por el servicio, la comunidad y la fe en un solo puesto.

Vargas on service project.
Julia Vargas con un grupo de estudiantes en un proyecto de servicio comunitario.

Vargas resume su trabajo en tres áreas: servicio comunitario, aprendizaje de servicio académico y compromiso comunitario/cívico.

El servicio comunitario quizás es el más común de los tres: Vargas conecta a estudiantes y a grupos de estudiantes con oportunidades de servicio comunitario.

Dos aspectos son la clave para el éxito en esta área de su trabajo. Primero, Vargas trabaja para fomentar el servicio comunitario en todo el campus.

«Muchos estudiantes vienen de escuelas secundarias donde el servicio comunitario era un requisito. Por eso, con frecuencia, la primera pregunta que me hacen es qué se requiere aquí», dijo. «Aún cuando se enteran de que no hay ningún requisito, la mayoría sigue interesada en buscar oportunidades de servicio comunitario, y mi trabajo es mantener ese entusiasmo».

Vargas también trabaja con los estudiantes para determinar qué oportunidades de servicio son adecuadas para ellos.

«No todas las oportunidades de servicio son las mismas y no todos los estudiantes son los mismos», explicó. «Parte de mi trabajo es ayudar a los estudiantes a encontrar un trabajo de servicio que utilice sus talentos, pasiones y dones».

En segundo lugar, Vargas coordina el aprendizaje de servicio académico, el cual incentiva a los profesores a incorporar servicio en sus currículums. Estos esfuerzos pueden tomar muchas direcciones.

«Como parte de nuestros cursos educativos, por ejemplo, los estudiantes no enseñaban hasta el último semestre de sus estudios, y eso ya es demasiado tarde para los estudiantes que descubren que nos les gusta enseñar para cambiar de carrera», dijo.

Una solución basada en el aprendizaje de servicio académico es hacer que los estudiantes enseñen al principio del programa. Esto les permite decidir si la enseñanza es su verdadera vocación y al mismo tiempo sirven a los estudiantes que enseñan.

Así, el aprendizaje de servicio académico «amplía la definición de servicio para ser más inclusivo que pintar una casa, servir en un comedor y cosas de esa naturaleza», según Vargas.

Julia Vargas on urban immersion trip.
Julia Vargas acompaña a un grupo de estudiantes a una excursión en el centro de Kansas City.

Por último, el compromiso comunitario sitúa a los estudiantes de Rockhurst en la comunidad de manera que no son «servicio» en sí mismo. Se insta a los estudiantes a cenar y comprar en los vecindarios urbanos de Kansas City para ampliar su perspectiva y cambiar los relatos populares.

«El objetivo es ver la parte positiva de los vecindarios en vez de buscar lo negativo», dijo. «Una vez que los estudiantes ven que pueden contribuir y pasar tiempo en estos vecindarios, su perspectiva cambia».

En general, a Vargas le gusta hacer ver a los estudiantes que la educación en Rockhurst es una experiencia, no solo un título.

«El desarrollo y el crecimiento de la fe, la inmersión en la comunidad local y el servicio comunitario son una gran parte del tiempo de los estudiantes en Rockhurst, y tengo el honor de ayudarlos con esa experiencia», dijo.

Además, Vargas piensa que este trabajo es tan gratificante personalmente como profesionalmente.

«Tengo la suerte de tener una carrera que me ayuda a vivir mis valores personales».