Buscar
Close this search box.

La búsqueda de protección: por qué las mujeres huyen de su país de origen

febrero 23, 2021

Por Heidi Cerneka

Hoy en día, por todo el mundo, la gente está en continuo movimiento.
Emigran para escapar de la pobreza, para mejorar su sustento y oportunidades,or o para escapar de los conflictos y devastaciones en sus países.
Las mujeres representan casi la mitad de los 244 millones de emigrantes
y la mitad de los 19,6 millones de refugiados del mundo.

(ONU Mujeres – Mujeres refugiadas e inmigrantes1) 

María*, de 18 años, salió corriendo de su casa por la puerta trasera cuando los miembros de una pandilla local arrasaron por la puerta principal, furiosos porque María no quería aceptar ser la novia de uno de los miembros de la pandilla. El día anterior, le habían advertido a María que irían a su casa en busca de una respuesta final. Como la misma pandilla, que trabajaba junto con la policía, había asesinado a su hermano años atrás por no querer unirse a ellos, María no tenía duda de que hablaban en serio. Ese día, ella y su madre se fueron, sin mirar atrás, y caminaron durante tres meses desde Honduras hasta los Estados Unidos.

De camino a México, miembros locales del crimen organizado las secuestraron, un hecho frecuente que afecta a los inmigrantes, y les pidieron dinero o que llamaran a sus familiares para que les enviaran dinero a cambio de su libertad. Como María y su madre no tenían a nadie que les mandara dinero, el líder de la pandilla abusó sexualmente de María durante tres días como forma de «pago», y amenazaba a su madre constantemente. María y su madre finalmente llegaron a la frontera de los Estados Unidos y entraron a pedir asilo. Buscaban protección ya que su propio país y la policía de su propio país se lo habían negado.

Todos los días, las mujeres huyen de sus países de origen dejando atrás a su familia, cultura, idioma, alimento y todo lo que conocen en búsqueda de seguridad para ellas y, con frecuencia, para sus hijos. No hay números precisos, pero en 2012 las mujeres constituían el 14 por ciento de las detenciones en la frontera de EE.UU. y México. En el 2017 las detenciones ya llegaban al 27 por ciento.2

Trabajo como abogada de inmigración en la frontera de EE.UU. y México en El Paso, Texas. Represento a refugiados que ejercen su derecho de pedir protección en forma de asilo, garantizado por la ley de los Estados Unidos y por nuestra obligación legal con la Convención de la Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados.

¿Cuáles son los factores de «impulso»? 

¿Cuáles son algunas de las razones por las que las mujeres deciden dejarlo todo atrás y enfrentar la incertidumbre, posible detención y posible separación de sus hijos?

Hay que tener coraje para dejarlo todo atrás; generalmente es un acto de desesperación. ¿Cuáles son las causas que obligan a estas mujeres a dejar sus países de origen, abandonar todo y enfrentarse a lo desconocido, y posiblemente a la detención?

«Las mujeres son forzadas a elegir entre la muerte o un viaje hacia el norte, protegidas por otras familias en la caravana.3 Las mujeres, especialmente aquellas de El Salvador, Guatemala y Honduras, aseguran con más frecuencia que los hombres que la razón por la que huyen es «la violencia.4 Los agresores saben que los delitos de género por lo general quedan impunes, y estos tres países tienen uno de los índices más altos de femicidios en el mundo.5 Las personas no dejarán de huir hasta que se traten las causas principales de la violencia. El uso de tropas militares o de tácticas para asustarlas no las desanimarán, porque actualmente no hay lugar más aterrador que sus hogares».

Un ejemplo es el de Claudia, una mujer indígena de Guatemala que, cuando era menor, sufrió violencia sexual y física, como también arresto y detención falsa en manos de una poderosa familia ladina (no indígena) en su comunidad rural.vi Debido a que la familia contaba con el apoyo de la policía local y de un juez municipal, Claudia sabía que nunca estaría segura en su comunidad, y huyó para esconderse en la casa de una tía en un pueblo cercano. Los mismos agresores la encontraron y la amenazaron de nuevo. Así fue que decidió abandonar su familia y dejar su país.

Aún cuando una mujer enfrenta amenazas y peligros, es menos probable que huya de su país natal en comparación con los hombres, porque las mujeres en general son responsables de la casa y la familia. Si el hombre abandona su hogar o huye, la mujer se encarga de la familia y garantiza la supervivencia económica. Cuando un hombre huye del país, puede que también se lleve a su familia, pero con frecuencia no es así, y le deja a su compañera las responsabilidades del hogar, los hijos o los padres ancianos.7 

Al igual que Claudia, es probable que una mujer primero intente la reubicación dentro del país, con la esperanza de que una reubicación a corto plazo resolverá las amenazas de violencia y habrá menos disrupciones en la familia. Si ella elige huir del país, a menudo se llevará a sus hijos con ella, lo que la hará más vulnerable durante el viaje.8 

Heidi Cerneka crosses the Rio Grande.
Heidi Cerneka (en azul) se une al flujo de peatones a través del Río Grande para reunirse con clientes que buscan asilo en los Estados Unidos.

Durante el viaje 

Aunque viajen solas o en caravana de inmigrantes, las mujeres que huyen de la violencia y que buscan asilo se arriesgan a sufrir agresiones sexuales, trata de personas y explotación durante el camino. Ya golpeadas por el trauma de abandonar su país a la fuerza, las mujeres se enfrentan con la falta de alimento y cuidado, el riesgo de violación, las golpizas, el abandono y el secuestro.9

Múltiples encuestas e informes señalan que más de la mitad de las mujeres entrevistadas han sufrido agresiones sexuales durante su viaje al norte. Muchas usan métodos anticonceptivos para evitar un embarazo a causa de una violaciónx, y son conscientes de que la cuestión no es «si» sino «cuando» serán agredidas.

Amnistía Internacional reporta que del 60 al 80 por ciento de las mujeres inmigrantes son violadas al atravesar México en su camino hacia el norte.11 

Si una mujer viaja con niños, debe proteger a sus hijos, a sus pocas pertenencias y a ella misma. Debe encontrar suficiente comida para mantenerlos y poder dormir al menos lo suficiente para seguir avanzando al día siguiente. En un estudio realizado, por lo menos el 70% de los inmigrantes entrevistados tenían algún miembro de la familia que viajaba con ellos.12 

Las mujeres inmigrantes se sienten más protegidas de los traficantes, secuestradores y violencia policial cuando viajan con una caravana migrante. Sin embargo, los líderes de la caravana usualmente son hombres que ignoran la realidad de las mujeres, especialmente si ellas viajan con niños. Las mujeres con niños se mueven más lentamente y necesitan hacer más paradas para comer, bañarse y obtener comida. A menudo, tienen más necesidades médicas debido a niños enfermos, problemas de embarazo o simplemente la responsabilidad de cuidar a otros. Además, los líderes de las caravanas pueden tener reuniones y tomar decisiones que excluyen las voces y necesidades de las mujeres, ya que estas no tienen representación por cuestiones de cuidado de los niños e incluso de seguridad.13 

Los grupos de caravanas migrantes avanzan al paso de los líderes o de los que están al frente, con frecuencia hombres solos, que dejan atrás a las mujeres y familias, aumentando aún más su vulnerabilidad durante el viaje. (Ibid.)

En un informe, los proveedores de servicios y funcionarios del gobierno expresaban su indignación por el hecho de que cada vez que se producía un enfrentamiento con las autoridades durante un viaje, los líderes ponían a las mujeres y a los niños al frente; quizás con la expectativa de que la policía y los militares serían menos violentos al enfrentarse directamente con mujeres y niños.(Ibid.)

En la frontera

Women asylum-seekers in a truck.
Un grupo de mujeres solicitantes de asilo en un camión. (Crédito de la foto: Vic Hinterlang / Shutterstock.com)

Una vez que las mujeres inmigrantes llegan a la frontera de Estados Unidos, los desafíos continúan ya que la política de Estados Unidos las retiene en México por medio del MPP (Protocolos de Protección a Migrantes o «Permanecer en México») y el Artículo 42 (una ley de salud pública que le da autoridad al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) para cerrar la frontera y negarle a los inmigrantes la posibilidad de pedir asilo). Los refugios estatales o iglesias y agencias privadas acogen a muchos de los inmigrantes que esperan en México. Sin embargo, las mujeres siguen en riesgo de sufrir violencia sexual y de género, prostitución, secuestro, tráfico de drogas, negligencia y violaciones de los derechos humanos por parte de las autoridades.(Ibid.) 

Además, la separación familiar sigue existiendo, ya que las autoridades migratorias estadounidenses solo reconocen a un padre o a un adulto con documentos de custodia legal, y en realidad, las familias están constituidas por hijos mayores, abuelos y otros familiares como responsables de los niños.   

En un caso, Valeria llegó con su hijo de 17 años, Rueben, quien escapaba de las amenazas de pandillas y violencia inminente. Las autoridades migratorias los detuvieron a los dos juntos en un hotel hasta que su hijo cumplió los 18 años, y así separaron a madre e hijo, ahora adulto, y los enviaron a centros de detención diferentes sin ningún tipo de explicación y sin poder comunicarse el uno con el otro. Durante la primera audiencia de Reuben ante el juez, él pidió que lo deportaran porque no entendía lo que estaba pasando, no podía ver a su madre, y prefería estar en Honduras en vez de en una «cárcel» sin una posible solución.

Finalmente, la vasta mayoría de los refugiados no tiene acceso a representación legal. Incluso más del 80 por ciento de los detenidos tratan de navegar por sí mismos un sistema complicado en un idioma extranjero.14 

Si quieren la oportunidad de obtener protección por medio del asilo, las mujeres que han sufrido violencia, especialmente violencia íntima o sexual, se las obliga a contar con detalle lo que les ha sucedido.

Aún así vienen aquí. Las mujeres vienen aquí, para escapar de la violencia que han sufrido y de las muertes que han presenciado en sus hogares, para buscar la protección que sus gobiernos no les provee. Vienen para proteger a sus hijos. Vienen con la esperanza de que los Estados Unidos cumpla su/nuestro compromiso con nuestra propia ley de refugiados y con la Convención de la ONU Sobre los Refugiados que hemos ratificado. Y aunque los retos del sistema de inmigración son otra historia, los que llegan a nuestra frontera son acogidos por grupos comunitarios, grupos religiosos y personas solidarias.

María fue liberada del centro de detención y ahora se encuentra en Detroit. Tiene el apoyo de organizaciones comunitarias y de la iglesia. Espera el día en que pueda presentar su caso al juez para que se le conceda el asilo.

* Nota: todos los nombres usados en este artículo son seudónimos.  

 

 

 

 

Endnotes: 

1 “In Focus: Women Refugees and Migrants.” UN Women. UN Women. Accessed January 11, 2021. https://www.unwomen.org/en/news/in-focus/women-refugees-and-migrants#notes.  

2 Fix, M., Hallock, J., Ruiz Soto, A. G., “In Search of Safety, Growing Numbers of Women Flee Central America,” Migration Policy Institute, May 30, 2018. https://www.migrationpolicy.org/article/search-safety-growing-numbers-women-flee-central-america. Disappointingly, U.S. Customs and Border Protection publishes extensive data and statistics about their apprehensions and deportations, but has no gender demographics.  

3 International Rescue Committee, “Crisis Watch: Seeking Safety at the Border,” Rescue.org. Accessed January 11, 2021. https://www.rescue.org/topic/seeking-safety-border#who-are-the-people-seeking-safety-at-the-us-border.  

4 “The Cycle of Violence: Migration from the Northern Triangle,” The Henry M. Jackson School of International StudiesTask Force Report, University of Washington, 2017. i-56.  

5 Fix, Hallock, and Ruiz Soto.  

6 Henry M. Jackson, confirming that “perpetrators operate with impunity due to the police and judges’ lack of enforcement of domestic violence laws and restraining orders, instead justifying inaction by citing the need to protect the rights of the perpetrators.” (p. 22) 

7 “Señales de una Crisis: Desplazamiento Forzado Interno Por Violencia en El Salvador, Guatemala y Honduras, 2018,” [Signs of a Crisis: Internal ForcedDisplacement due to Violence in El Salvador, Guatemala and Honduras, 2018], Sistema de Monitoreo Desplazamiento Forzado en El Triángulo Norte de Centro América (2018), Central America. 

8 Señales de una Crisis, see also Women on the Run, UNHCR 2015, more than 2/3 of the women interviewed, first tried to find safety by relocating in their own country, but they found that it did not help protect them. (p4) 

9 “In Focus: Women Refugees and Migrants.”  

10 Parish, Anja, “Gender-Based Violence against Women: Both Cause for Migration and Risk along the Journey,” Migration Policy Institute, Sept. 7, 2017.  

11 Amnesty International, Invisible Victims: Migrants on the Move in Mexico, London, U.K.: Amnesty International Pubications, 2010. 1-48.  

12 International Rescue Committee, “Needs Assessment Report: Mexico: Northern Border,” Rescue.org, March 25, 2019. https://www.rescue.org/sites/default/files/document/3733/ircmexicoassessmentreport.pdf.  

13 Brofft, T., “Migrant and Refugee Caravans: Failed Responses to Women and Children in Needof International Protection and Humanitarian Aid” ed. Wolkoff, L., Women’s Refugee Commission, May 2019. 1-14.  

14 “10 Things to Know About How Current Immigration Policies will Harm Women and Children Seeking Protection,” New York, NY, U.S.A.: Women’s Refugee Commission. 1-3.  

Artículos de interés relacionados

El Padre John Nugent, SJ, acompaña a los hombres en su camino para convertirse en los jesuitas que están destinados a ser. El Padre John

Feligreses incansables de la parroquia de la Inmaculada Concepción de Baton Rouge, Luisiana, Rod y Betty Wells han pasado su jubilación al servicio de su
Jesuitas y colegas están utilizando los principios ignacianos para navegar por el nuevo mundo digital de la IA generativa en los ministerios educativos y más
Eric Clayton analiza lo que podemos aprender de Teilhard de Chardin, SJ, el científico visionario objeto de un nuevo documental.
Más información sobre William Manaker, SJ, teólogo de tercer curso que espera poner su formación al servicio de la Iglesia universal como diácono y sacerdote
Bill Schmitt recuerda la profunda sensación de perdón y reconciliación que experimentó en una peregrinación a Vietnam con la OIS.