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Mujeres en los ejercicios: Los ministerios espirituales encuentran gozo en compartir la Espiritualidad Ignaciana

febrero 23, 2021

Por Therese Fink Meyerhoff

Paula Sapienza
Paula Sapienza

Paula Sapienza no sabía que existían los directores espirituales hasta que estuvo en sus 20s.

“La primera vez que escuché acerca de los directores espirituales, el pensamiento entró inesperadamente en mi menta de que sería el trabajo más grandioso”, dice ella.

Por supuesto, la gente no llega a ser director espiritual cuando está en sus 20s, y la señorita Sapienza se ocupó de lograr una licenciatura. Sin embargo, el pensamiento permanecía en su mente, mientras daba clases en la Universidad de Fairfield.

Cuando se mudó a Denver, hizo contacto con Fr. Stephen Yavorsky, SJ, acerca de hacer ejercicios espirituales. Ella tenía la vocación para llegar a ser una directora espiritual y deseaba confirmar que esta fuera una genuina invitación de Dios. Después de completar los ejercicios, se sintió segura.

“Nunca he dado un paso en retroceso ni pensé que fuera la elección equivocada”, comenta ella. “Solo he sentido una reconfirmación una y otra vez. Es un gran don. Ser directora espiritual es un trabajo hecho en el cielo para mí. Sé que es lo que Dios me está pidiendo que haga”.

Hoy, después de dirigir el Programa de Espiritualidad Ignaciano en la parroquia de St. Ignatius Loyola (San Ignacio de Loyola) en Denver, la Dra. Sapienza es Directora Espiritual en Sacred Heart Retreat House, en Sedalia, CO.

Susanne Chawszczewski
Susanne Chawszczewski

Para Susanne Chawszczewski, Directora del Ministerio en el campus de la Universidad de Saint Louis (SLU), la semilla de su vocación fue plantada en la ceremonia de graduación en la Universidad de Saint Louis, cuando terminó su Ph.D.

“En mi graduación, hablaron acerca de Magis (el concepto Jesuita de hacer más para el bien universal), y eso realmente me impresionó, con los talentos y habilidades que tenía, yo realmente necesitaba hacer más con mi vida”, comentó. Ella obtuvo una licenciatura en estudios pastorales, mientras que trabajaba en una organización católica sin fines de lucro en Milwaukee. Luego, con sus habilidades en desarrollo estudiantil y ministerio pastoral, cuando la posición de ministro de campo se abrió en SLU, “yo sabía que era perfecta para mí”. Ella ha estado en SLA por ocho años.

Susan Friedrichsen, Directora Ejecutiva del Ignatian Spirituality Center (ISC) en Kansas City, Mo., fue presentada a la Espiritualidad Ignaciana cuando el mayor de sus tres hijos llegó a ser un estudiante en Rockhurst High School (RHS) en Kansas City. Tom Norman, en ese tiempo un líder pastoral de la facultad y personal de la RHS ofreció a los padres voluntarios una breve introducción a la Espiritualidad Ignaciana. Intrigada, la Sra. Friedrichsen, tiempo después, hizo los Ejercicios Espirituales en su vida diaria. “Hice los ejercicios, y dos años más tarde, estaba guiando”, dice ella.

Susan Friedrichsen
Susan Friedrichsen

Se dispuso a obtener su certificación como directora espiritual y su maestría en Espiritualidad Cristiana.

Chawszczewski, Friedrichsen y Sapienza son solo tres de las docenas de mujeres que sirven como líderes de retiro y ministros de instrucción espiritual en la Provincia Central y Sureña de los Jesuitas de los Estados Unidos. En verdad, las mujeres sirven en estos ministerios en cada una de las cinco casas de retiro de la provincia y cuatro centros de espiritualidad.

“Tenemos personas maravillosas y capaces dentro de la provincia haciendo un trabajo grandioso”, dijo Fr. Ron Boudreaux, SJ, asistente provincial de los ministerios pastorales, quien supervisa ambas parroquias y los centros de retiro para la provincia. “Es realmente alentador verlo. La gente laica puede ser, en todo su ser, tan efectiva como los Jesuitas. Después de todo, ¡San Ignacio comenzó a dar estos retiros como una persona laica!”

No tener un alzacuellos puede hacer una diferencia, admiten estas mujeres laicas, pero solo para un porcentaje pequeño de la gente que viene para ayuda espiritual.

“Yo todavía encuentro a unas cuantas personas, cuyo punto de vista de la autoridad de la iglesia puede tener raíces en el clericalismo, pero no es frecuente”, dice la Dra. Sapienza. Estas personas todavía quieren hablar con el “Padre”, como una opción que será cada vez más poco común, puesto que el número de los sacerdotes disponibles continúan bajando. Afortunadamente, esta provincia está bendecida con numerosas personas laicas —hombres y mujeres por igual —que están respondiendo al llamado de Dios como compañeros espirituales y líderes de retiro.

“Nuestros compañeros laicos pueden acercarse a las personas que, si tuviéramos que depender solo en los Jesuitas, no podríamos contactar”, menciona Fr. Boudreaux.

Los socios laicos aseguran la accesibilidad de otra manera, también: todas las tres mujeres continuaron sus ministerios a través de la pandemia. La Sacred Heart Retreat House permaneció abierta todo el año, algunas veces, con solo uno o dos participantes. El Centro de Espiritualidad Ignaciano se potenció para ofrecer retiros virtuales e instrucción espiritual por teléfono o computadora. El personal del ministerio del campus de SLU encontró formas de distanciamiento social para ofrecer retiros e instrucción espiritual de uno a uno.

“Nuestra oficina tiene un enfoque en cura personalis”, dice la Dra. Chawszczewski, refiriéndose al énfasis Jesuita en el cuidado de toda la persona. Particularmente en estos tiempos de pandemia e injusticia racial, es más y más importante conectarse con los estudiantes, uno a uno, en instrucción y conversaciones espirituales”.

La alegría en el Ministerio

Si quieres que el rostro de alguien se ilumine de alegría, pide a una de estas mujeres que hablen acerca de su ministerio. Es claramente más que un trabajo; tienen la vocación para hacer este trabajo.

“Me encanta presentar personas a la Espiritualidad Ignaciana”, dice la Dra. Sapienza. “Ver sus reacciones: ‘¡Qué alegría, puedes orar de esta manera! ¡Increíble, Dios realmente está apareciendo!

Paula Sapienza
Paula Sapienza guía a sus dirigidos haciendo preguntas para ayudarlos reconocer las acciones de Dios en sus vidas.

“El regalo de los ejercicios espirituales … ¡son tan prácticos!”, dice la Sra. Friedrichsen. “Las personas se enganchan con ellos de inmediato, y son tan útiles. Adoro ver que la luz que se enciende cuando la gente se da cuenta de que tan simple es: ‘Es tan simple como no escuches ese pensamiento; pero este pensamiento viene definitivamente de Dios’. Mostrar a las personas que hay una forma de tener una vida con libertad. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero es muy simple”.

Dr. Chawszczewski hace eco al gozo de compartir la Espiritualidad Ignaciana, específicamente con los estudiantes de colegio. “Los estudiantes que han pasado por nuestro retiro silencioso Ignaciano han tenido experiencias profundas”, comenta ella. “Esa es la belleza de la oración Ignaciana y de los Ejercicios Espirituales: Atraen a un grupo mayor que solo a los estudiantes católicos. Hay algo acerca del autoexamen y la reflexión personal. El examen realmente habla a muchos de esos estudiantes. ¿Quién no querría mirar cómo se ve tu día? ‘¿Cómo lo he hecho el día de hoy? ¿Qué puedo hacer mejor mañana?’ Es muy práctico”.

Este sentido práctico del discernimiento Ignaciano tiene una fuerte atracción para estas tres mujeres Ignacianas.

“El primer principio y fundación (Dios creó a la raza humana para alabar, reverenciar y servir a Dios, y al hacer esto, salvar sus almas …”) lo pongo en práctica en mi vida diaria”, dice la Dra. Chawszczewski. “Proporciona una fundación no solo para mí personalmente, pero en la manera cómo hago mi trabajo, cómo superviso a otros, cómo tengo conversaciones difíciles, y cómo ayudo a las personas a discernir las cuestiones de su vida”.

A ella le encanta transmitir esos fundamentos a los estudiantes. “No puedes enseñar los ejercicios; las personas tienen que experimentarlos por ellas mismas”, dice ella. Por tanto, la oficina del ministerio del campus se asegura de que todas sus actividades incluyan una forma de Espiritualidad Ignaciana. “Esperamos que nuestros estudiantes ganen algo de sabiduría —formas de orar, etc. —eso los animará a desarrollar los ejercicios ellos mismos”.

La Sra. Friedrichsen dice que las lecciones de los ejercicios guían su vida diaria también, incluyendo su función como madre.

“Como guía de los Ejercicios Espirituales, he aprendido a ayudar a la gente a sentir la actividad de Dios en su oración y en sus vidas porque yo confío en que Dios siempre está presente y siempre activo. Yo confío en que Dios está allí, sin importar lo que sea”, menciona ella. “Esto es verdad, también, con mis hijos mayores, especialmente, cuando comparten sus preocupaciones y ansiedades. Yo confío en que Dios está con ellos y los ayuda a notar esos momentos en que Dios los está atrayendo hacia el sueño que Dios tiene para ellos. Ser una guía para la oración me ha liberado de la transición de un rol de madre para llegar a ser una compañía para mis hijos adultos en su camino a través de la vida”.

Una llamada para la conversión

En una carta a la Sociedad de Jesús, el Padre General Arturo Sosa anunció un Año Ignaciano a partir del 20 de mayo, 2021 al 31 de julio del 2022, con el tema de “Una llamada a la Conversión”. Él escribió: “Juntos con nuestros amigos y toda la Iglesia, la sociedad universal quiere recordar ese momento privilegiado cuando el Espíritu Santo inspiró a Ignacio de Loyola para tomar su decisión de seguir a Cristo, y para profundizar en su entendimiento de este camino de peregrinaje para obtener frutos de eso”.

Este mensaje de conversión es válido para estas mujeres cimentadas en la Espiritualidad Ignaciana.

“la Espiritualidad Ignaciana es todo acerca de la conversión”, comenta la Sra. Friedrichsen. “Eso es de lo que se trata la experiencia de los Ejercicios Espirituales, para llegar a estar en plenitud y reconciliarse con Dios. Y luego eres una persona totalmente diferente para el mundo. Te relacionas con las personas de manera diferente. Las personas encuentran una forma diferente de ser cuando te encuentran. La conversión de la sociedad comienza con una persona.

“Las Preferencias Apostólicas Universales dicen: ‘Muestra el camino a Dios a través de los ejercicios espirituales’. Eso es exactamente lo que hacemos”. Dice la Sra. Friedrichsen, “pero también estamos participando con Dios para convertir a nuestra comunidad”.

“Me encanta la imagen de Ignacio como el peregrino”, comenta la Dra. Chawszczewski, observando que el lema de la oficina SLU del ministerio del campus es CONTIGO en el camino”. “Yo creo que el Año Ignaciano puede ser un peregrinaje para las personas. Si consideras el Año Ignaciano como un peregrinaje hacia la conversión del corazón en el mismo sentido que lo hizo San Ignacio, podría ser realmente una hermosa parte de eso”.

Chawszczewski at Colleagues Retreat.
Susanne Chawszczewski (en rojo) asiste a la provincia Retiro de colegas en 2017.

“La conversión siempre comienza con el amor”, dice la Dra. Sapienza. “El amor es el que me da la libertad de pedir perdón y pedir la gracia de ser liberada de apegos desordenados. Al final, si ya he experimentado ese amor de Dios, sé en el fondo de mi corazón que quiero esa conversión. Quiero esa transformación.

“El regalo es que lo estamos haciendo en la comunidad”, comenta ella”. “Tu conversión es mi conversión. Mi conversión es tu conversión. Siempre y cuando permitamos a Dios purificar esos pecados, liberarnos y transformarnos, todos nos unimos en las relaciones de unos con otros y con Dios. Comienza con ese amor de Dios, y la gente se abre a ese poder transformador”.

Al Papa Francisco le gusta decir que los ejercicios espirituales no son solo para los Jesuitas. Estas tres mujeres —y los otros incontables colegas laicos que sirven en la dirección espiritual y ministerios de retiro —son verdaderas compañías en este ministerio espiritual que da vida, gozo y paz a tantas personas. Son un regalo para la Sociedad de Jesús y para la iglesia.

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