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Historias

Por Jerry Duggan

Para un hombre que discierne su vocación, las interacciones en persona con pastores vocacionales, hombres en etapa de formación y otros que disciernen son fundamentales para el proceso. Cuando la COVID-19 hizo que estas reuniones no se llevaran a cabo, el equipo de promoción vocacional se esforzó por ser creativo en su labor. Idearon nuevas estrategias para conectarse con los discernientes.

Para empezar, el P. Eddie Gros, SJ, coordinador vocacional de UCS se acercó a los discernientes para enfatizar que la provincia se preocupa por ellos más allá del ámbito del discernimiento vocacional.

«Les alegró saber que nos preocupamos por sus familias además de preocuparnos por ellos mismos», dijo el P. Gros.

A continuación, formó un grupo de trabajo de ocho jesuitas en formación para idear formas de comunicarse con los discernientes durante la pandemia. Distribuidos por toda la nación, los hombres se reunieron de forma virtual para discutir sus ideas.

Una de las sugerencias fue llevar a cabo un evento tradicional de promoción vocacional – llamado «Ven y mira» – en línea. Generalmente, en estos eventos los discernientes aprenden sobre la Compañía de Jesús, conversan con hombres en formación y en ministerio activo, y pasan tiempo en oración.

El grupo replicó muchos de los aspectos tradicionales del evento. Mientras que las conversaciones individuales con los jesuitas siempre han sido beneficiosas para los discernientes, el P. Gros se sorprendió de la efectividad de las sesiones grupales.

«Un discerniente me dijo que disfrutó ver las caras de los hombres iluminarse cuando los hermanos jesuitas contaban sus historias de vocación», dijo.

William Manaker, SJ, tomó la iniciativa en la planificación del fin de semana. Se sintió llamado a este rol como parte de su vocación jesuita.

«Me encanta ser jesuita y Dios no deja de llamar a los hombres a la Compañía durante una pandemia», dijo Manaker. «Los hombres todavía están discerniendo, y como jesuitas estamos llamados a acompañarlos en ese proceso».

Los discernientes también vieron videos en directo de las misas de los primeros votos y de las ordenaciones. Estas fueron dos grandes oportunidades de ver hitos importantes en la formación de los jesuitas.

El equipo de promoción vocacional también invitó a los jesuitas en formación a crear videos de un minuto sobre lo que les gusta de su vocación jesuita.

Estos videos se compartieron con los discernientes. El padre Gros se mostró impactado. «Estos videos te dejan con ganas de más, y tienen un sabor real de la vida jesuita», dijo.

La vida en el noviciado

Los dos años del noviciado son típicamente períodos bastante estructurados que siguen una metodología de larga tradición prescripta por el mismo San Ignacio. Parte de esa estructura tuvo que adaptarse a la situación actual.

«El noviciado está embebido en tradición», dijo el P. Drew Kirschman, SJ, director de novicios. «Podríamos decir que siempre hemos hecho las cosas de cierta manera. La pandemia nos ha obligado a ser creativos y pienso que eso es emocionante y alentador».

Los novicios se aseguraron de limpiar a fondo la parroquia San Carlos Borromeo en Grand Coteau, La.

Un componente importante de los dos años de un novicio jesuita es el trabajo apostólico, a menudo en escuelas, asilos y hospitales – lugares que los novicios no pueden atender actualmente debido a las precauciones contra la pandemia para las personas vulnerables en esos lugares. Por lo tanto, el P. Kirschman está fomentando una actitud de «estar disponible para ayudar donde se esté».

Situado en la pequeña comunidad de Grand Coteau, La., el noviciado esta realizando proyectos de trabajo manual durante estos tiempos de COVID para ayudar a las parroquias jesuitas San Carlos Borromeo en Grand Coteau y la Inmaculada Concepción en Baton Rouge, así como en el Thensted Center, un centro de ayuda comunitaria local. Es fundamental inculcar en los novicios el deseo de estar disponibles para servir de cualquier manera que se necesite.

«Como jesuitas, nuestro instinto es acercarnos a la gente y a las situaciones de necesidad», dijo el P. Kirschman. «Tuvimos que reevaluar cómo hacer esto teniendo en cuenta la seguridad de las personas vulnerables que nos rodean».

El consenso para los discernientes y novicios es que estas adaptaciones no son inferiores a las formas anteriores, sino que son diferentes. Cualquiera sea la duración de la pandemia, la provincia esta comprometida a conectarse con los discernientes y a proporcionarle a los novicios la posibilidad de tener encuentros significativos de servicio.